El imaginario colectivo relaciona la robótica con Japón. No obstante, hay un país que quiere adelantarlo en el desarrollo de la tecnología del futuro: China. Su presidente, Xi Jinping, ha incluido la robótica en el ambicioso plan Made in China 2025, que pretende convertir al gigante asiático en una superpotencia tecnológica capaz de innovar. Según la Federación Internacional de Robots, el año que viene China comprará el 40 % de todos los robots que se produzcan en el mundo.
China es el mayor mercado de robots industriales y pretende introducir unos 100.000 al año hasta el 2020. El aumento de los costos laborales y la mayor eficiencia de las máquinas son alicientes para la adopción de brazos mecánicos que se apoderan de las líneas de producción de la «fábrica del mundo». Muchos se preocupan por el empleo.
En Shanghái ya se ha inaugurado el primer restaurante en el que robots con ruedas sustituyen a camareros y cocineros. El gigante del comercio electrónico Alibaba apuesta por ellos y abrirá más establecimientos en los que no existe interacción humana entre los clientes y el servicio.
Los expertos debatieron sobre estas cuestiones en la Conferencia Mundial de Robótica celebrada en Pekín y coincidieron en señalar que los robots no deben ser considerados una amenaza. Al contrario, los industriales permitirán que el ser humano se concentre en el conocimiento y el ocio, mientras que otros ya hacen labores domésticas, cuidan de los niños o suplen las carencias afectivas de una sociedad envejecida e individualista. China ya fabrica no solo aspiradores robóticos, sino perros de metal y plástico con cámaras para supervisar a niños. Otros, pensados para ancianos o enfermos, incorporan sensores para medir las constantes vitales y llamar a un teléfono de emergencias.
Fuente: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/tecnologia/2018/08/21/china-quiere-nueva-superpotencia-robotica/0003_201808G21P54994.htm